Postales desde Europa: Barcelona

Hola, amigos:

Os escribo esta postal desde la ciudad más europea de España: Barcelona. Aquí todo el mundo está obsesionado con Quim Monzó. Los barceloneses, sin excepción, guardan sus pertenencias en bolsas de la librería La Central y montan en unas bicis rojas fabricadas en serie por el Ayuntamiento que gritan a los cuatro vientos: ¡municipales! Sinceramente, no me explico cómo en la ciudad del diseño se permiten el lujo de ir todos sobre bicicletas idénticas, ¡lo mínimo que un turista merece encontrar es una flota de 10.000 bicicletas decoradas personalmente por Javier Mariscal!

El otro día, después de almorzar una ensalada de pasta, tomate y aceitunas negras en el restaurante que me recomendó la alondra, Buenas migas, probar los carquinyolis (suerte de piedra dulce con almendras) y beber un zumo de fruta que compré en el mercado de la Boquería, salí a disfrutar de un paseo por las Ramblas, tropezando a cada paso con titiriteros y paquistaníes que insitían en que les comprase una lata de cerveza tibia. Me encontraba explicándole a uno de estos vendedores ambulantes que había tantas posibilidades de que yo bebiera cerveza de una lata sucia comprada ilegalmente en la calle como de encontrarme en un probador del Lefties embutido en un chándal, cuando una paloma de Lleida -sucia, gris y borracha- intentó robarme el monóculo. ¡Lamentable acción y peor resolución! No solo nadie me socorrió en este penosa situación, sino que una turista francesa nos tiró al ave seropositiva y a mí una moneda de dos euros, confundiéndonos con dos vulgares mimos. ¡Nunca en mi vida había sentido tanta vergüenza!

Acudí con la paloma a un bar cercano y pedimos que nos cambiaran la moneda de dos euros. Nos repartimos la parte proporcional de aquella insultante calderilla y después ella se marchó volando para, sin duda alguna, seguir haciendo el mal por la ciudad. Yo decidí refugiarme en la habitación de mi hotel modernista, donde soñé que Antonio Gaudí escribía un microrrelato para mí y yo al leerlo pensaba: “Qué malo”.

2 pensamientos en “Postales desde Europa: Barcelona

  1. Es un «Coneix la teva ciutat» en toda regla. ¡Malditas palomas!

    Estas son las postales del tío Matt que siempre soñamos con recibir.

  2. Anaís dice:

    Final apoteósico, Perro. Así de duro es conocer mundo… ¿Te imaginas viajar en Interrail? Por si acaso te recomiendo un antifaz de seda, ocupa poco y nuca se sabe dónde pasará uno la próxima noche.

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